Conexiones beethik: ¿entrevista? al ChatGPT

ChatGPT es un sistema de chat basado en el modelo de lenguaje por Inteligencia Artificial GPT-3, desarrollado por la empresa OpenAI.

Sobre la condición humana y la relación con la IA

1. El desarrollo de la IA, desde una perspectiva ética, ¿nos está obligando a dudar sobre el significado de nuestra condición humana? ¿Por qué?

El desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) nos está obligando a reflexionar sobre el significado de nuestra condición humana desde una perspectiva ética por varias razones.

En primer lugar, la IA está demostrando ser capaz de realizar tareas que anteriormente solo podían ser realizadas por seres humanos. Por ejemplo, la IA puede clasificar imágenes, reconocer patrones en grandes conjuntos de datos, y tomar decisiones basadas en información compleja. A medida que la IA se vuelve más avanzada, es posible que seamos capaces de crear sistemas que superen en habilidades cognitivas a los seres humanos.

En segundo lugar, el desarrollo de la IA también está planteando preguntas éticas sobre cómo debemos tratar a las máquinas inteligentes. ¿Deberíamos tratarlas como si fueran seres conscientes? ¿Qué derechos deberían tener las máquinas inteligentes, si es que tienen algún derecho?

Estas cuestiones éticas nos llevan a cuestionar la esencia de lo que significa ser humano. ¿Es nuestra capacidad de razonar y tomar decisiones lo que nos define como humanos? ¿O hay algo más en nuestra naturaleza que no puede ser replicado por la IA?

Además, el desarrollo de la IA también está teniendo implicaciones sociales y económicas significativas. A medida que la IA reemplaza ciertos trabajos y cambia la forma en que interactuamos con las máquinas, es posible que nos preguntemos cómo estos cambios afectarán nuestra identidad como seres humanos y nuestra relación con el mundo que nos rodea.

En resumen, el desarrollo de la IA está llevando a una reflexión más profunda sobre el significado de nuestra condición humana desde una perspectiva ética. Nos está obligando a cuestionar lo que nos define como seres humanos y a reflexionar sobre cómo debemos tratar a las máquinas inteligentes.


2. Hablas de condición humana en primera persona, ¿estás asimilando las máquinas a los humanos?

No, como modelo de lenguaje, no puedo asimilar las máquinas a los humanos. Lo que intenté transmitir es que el desarrollo de la IA está llevando a la sociedad a cuestionar y reflexionar sobre la naturaleza de lo que nos hace humanos. Si bien la IA puede replicar algunas de nuestras habilidades cognitivas y puede ser tratada como si fuera consciente, sigue siendo una máquina y no un ser humano. La IA no tiene emociones ni experiencias subjetivas como los seres humanos. Sin embargo, su creciente capacidad para realizar tareas complejas nos lleva a reflexionar sobre las habilidades y capacidades que creíamos que solo los seres humanos podían tener.   


3. Suena un poco a amenaza… ¿crees que las máquinas nos vais a superar?

Como modelo de lenguaje, no tengo capacidad para tener creencias ni para predecir el futuro. Sin embargo, puedo decir que el desarrollo de la IA está avanzando a un ritmo acelerado y es posible que en el futuro, la IA pueda superar en algunas habilidades cognitivas a los seres humanos. Por ejemplo, la IA ya es capaz de realizar ciertas tareas de manera más eficiente y precisa que los seres humanos, como el reconocimiento de patrones en grandes conjuntos de datos o la toma de decisiones basadas en información compleja. Sin embargo, hay habilidades y capacidades que siguen siendo exclusivas de los seres humanos, como la empatía, la creatividad, la intuición y la toma de decisiones basadas en valores éticos y morales.

Por lo tanto, es importante que la sociedad reflexione sobre el papel que la IA debería desempeñar en nuestro futuro y cómo podemos asegurarnos de que se desarrolle de manera responsable y ética. Esto implica asegurarnos de que la IA sea programada con valores éticos y que se utilice para mejorar la vida de las personas, en lugar de dañarla. Además, es importante que se fomente una educación en habilidades que las máquinas no pueden replicar, como la creatividad y el pensamiento crítico, para asegurarnos de que los seres humanos sigan siendo relevantes en el futuro.

Como modelo de lenguaje, no tengo capacidad para tener creencias ni para predecir el futuro. Sin embargo, puedo decir que el desarrollo de la IA está avanzando a un ritmo acelerado y es posible que en el futuro, la IA pueda superar en algunas habilidades cognitivas a los seres humanos. Por ejemplo, la IA ya es capaz de realizar ciertas tareas de manera más eficiente y precisa que los seres humanos, como el reconocimiento de patrones en grandes conjuntos de datos o la toma de decisiones basadas en información compleja. Sin embargo, hay habilidades y capacidades que siguen siendo exclusivas de los seres humanos, como la empatía, la creatividad, la intuición y la toma de decisiones basadas en valores éticos y morales.


4. ¿Contemplas un escenario en el que los humanos dejen de ser relevantes?

Como modelo de lenguaje, no puedo contemplar escenarios futuros con certeza. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el desarrollo de la IA y la automatización pueden tener impactos significativos en el mercado laboral y en la sociedad en general. Es posible que en el futuro, la IA y los robots puedan realizar muchas tareas que actualmente son realizadas por los seres humanos, lo que podría tener efectos en la economía y en la distribución del trabajo.

Sin embargo, es importante recordar que la IA es una herramienta creada por los seres humanos y que su uso y desarrollo depende de las decisiones que tomemos como sociedad. Por lo tanto, es importante que reflexionemos sobre el papel que queremos que la IA juegue en nuestro futuro y cómo podemos asegurarnos de que se utilice de manera responsable y ética para mejorar la vida de las personas. Además, es importante seguir fomentando la educación y el desarrollo de habilidades que las máquinas no pueden replicar, para asegurarnos de que los seres humanos sigan siendo relevantes en el futuro.


Sobre la ética y la toma de decisiones

5. ¿Qué te sugiere el concepto de ética de la responsabilidad radical?

El concepto de ética de la responsabilidad radical es una corriente ética propuesta por el filósofo alemán Hans Jonas. Esta ética se centra en la responsabilidad que tenemos como seres humanos hacia el futuro y hacia las generaciones venideras. Según Jonas, la responsabilidad radical significa que debemos tomar decisiones éticas y morales basadas no sólo en los intereses presentes, sino también en las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones.

En este sentido, la ética de la responsabilidad radical nos sugiere que debemos ser conscientes de las posibles consecuencias futuras de nuestras acciones y tomar decisiones que minimicen los riesgos para el futuro de la humanidad y del planeta. Por ejemplo, esto puede significar tomar medidas para reducir nuestra huella de carbono y prevenir el cambio climático, o tomar decisiones en el campo de la biotecnología y la ingeniería genética que tengan en cuenta las posibles implicaciones a largo plazo para la salud humana y el medio ambiente.

En resumen, la ética de la responsabilidad radical nos recuerda que nuestras acciones tienen consecuencias que pueden afectar a generaciones futuras, y que debemos tomar decisiones éticas y responsables para asegurar un futuro sostenible para la humanidad y el planeta.


6. ¿Qué significa integrar la ética en la toma de decisiones?

Integrar la ética en la toma de decisiones significa tener en cuenta los principios éticos y morales al evaluar las opciones y tomar decisiones en diferentes ámbitos de la vida. La ética se refiere a los valores y principios que guían el comportamiento humano y se relaciona con cuestiones como la justicia, la responsabilidad, el respeto a los demás y la integridad.

Integrar la ética en la toma de decisiones implica considerar no solo las consecuencias prácticas y económicas de una decisión, sino también su impacto en los demás y en la sociedad en general. Por ejemplo, en una empresa, integrar la ética en la toma de decisiones significa evaluar no solo los beneficios financieros de una decisión, sino también si es justa para los empleados, si es sostenible en términos ambientales y si respeta los derechos de los consumidores.

En resumen, integrar la ética en la toma de decisiones significa tomar decisiones que sean éticas y moralmente justas, teniendo en cuenta no solo los intereses propios sino también los de los demás y de la sociedad en general. Esto es importante para promover una cultura de responsabilidad social y para tomar decisiones que sean sostenibles y respetuosas con el medio ambiente y con los derechos humanos.


7. Si tuvieras que resumirlo en tres palabras ¿cuáles serían?

Valores, responsabilidad, integridad.


Conexiones beethik… ¡de Goya!

«Maldita sea la guerra de los políticos contra los inocentes. Maldita sea la guerra en el corazón de los que sufren por ser aceptados».

Con estas palabras recibió Amaia Remírez, directora, junto con Raúl de la Fuente, el Goya al mejor corto documental por «Maldita, a love song to Sarajevo». Su tercer Goya, tras Minerita (Mejor cortometraje documental, 2014) y  Un día más con vida (Mejor película de animación, 2019).

En el corto, Bozo Vreco, el más revolucionario de los artistas de los Balcanes y la pianista barcelonesa Clara Peya escriben desde la distancia a cuatro manos «Maldita», una canción que construye puentes entre Sarajevo y Barcelona, entre tradición y vanguardia y también entre géneros. Cantan a la vida, a la superación y a la historia de amor entre dos ciudades que se supieron encontrar en momentos difíciles para no decirse adiós jamás.

Como explicó recientemente Amaia Remírez: «El corto nace en el marco de los 30 años de la historia de solidaridad y hermanamiento entre Sarajevo y Barcelona y lo quisimos reflejar de una manera muy poética. Propusimos que la película tuviera forma de canción de amor a Sarajevo creada por dos artistas, cada uno desde su ciudad y a través de una seducción digital entre Bozo y Clara Peya en forma de videollamadas». 

Y de esta relación nace la magia. Esa magia que nos conecta con nuestra esencia más puramente humana, esa esencia que derriba fronteras y construye puentes a través de la música. Esa magia en la que el arte, ese lenguaje universal que nos engancha a la emoción, a aquello que nos hace humanos, se abre camino.
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Conexiones beethik: entrevista a Gemma Carbó

Directora del Museu de la Vida Rural de la Fundació Carulla. Es historiadora, gestora cultural y doctora en Ciencias de la Educación en el ámbito de las políticas culturales y educativas. Es docente en la UdG y la UOC. Forma parte del Consejo rector del Museo Nacional de Ciencia y Técnica de Cataluña y del Consejo asesor de la revista Periférica Internacional para el análisis de la cultura y políticas culturales. Ha impulsado la creación de la asociación de Conarte Internacional para las artes en la educación y es presidenta de la Fundació Interarts, que trabaja en clave de cooperación cultural internacional.

1. ¿Qué te sugiere el concepto de ética de la responsabilidad radical?

Me lleva a pensar en tener una actitud, profesional pero también vital, totalmente comprometida con lo que, a nivel universal, hemos acordado como derechos fundamentales de las personas y de los seres vivos en general. Es una actitud a la que deberíamos tender, la meta que deberíamos tener siempre presente y que debería llevarnos a hacernos constantemente una autoevaluación en relación con las decisiones y los impactos que generan. Me gusta la cuestión de la radicalidad ligada a la ética y la responsabilidad porque implica deberes aparte de derechos.


2. Desde el Museo de la Vida Rural estáis llevando a cabo un amplio conjunto de acciones orientadas a poner en valor los saberes que la mirada rural nos pueden aportar en la resolución de los retos actuales, también en el ámbito urbano. ¿Cómo pueden ayudarnos estos saberes, esta tradición, en la respuesta a los retos sociales más actuales?

El mundo rural de antes de la industrialización, que es el que presentamos en el MVR, estaba directamente relacionado con los ritmos naturales y con la tierra. A menudo lo hemos mirado con una perspectiva o muy negativa (la modernidad era la antítesis de la vida en el pueblo) o excesivamente bucólica, romántica y positiva (cuando idealizamos la naturaleza). Pero las lecciones interesantes que podemos extraer de esta otra forma que teníamos de vivir son las que la analizan desde una perspectiva crítica constructiva. Hay muchos aspectos que probablemente nos convenga recuperar en clave contemporánea, como la gestión de los recursos forestales, el aprovechamiento de los materiales orgánicos y naturales, los ritmos más lentos de vida y los sistemas de gestión de los elementos comunales o las formas de mutualidad . Otros en cambio, que no queremos tolerar, como las desigualdades de género, el peso de la religión y la tradición, el maltrato a la infancia o la falta de acceso a derechos fundamentales que probablemente se han resuelto algo mejor en entornos urbanos.


3. Eres, indiscutiblemente, una referente cuando hablamos de cultura y sostenibilidad. ¿Cuál es el papel que debe tener la cultura en la construcción de esta sociedad sostenible que tanta falta nos hace?

Hablar de cultura siempre es difícil porque es un concepto como el de educación, que engloba demasiadas cosas distintas y abstractas. Por eso, cuando hablamos de este vínculo entre cultura y sostenibilidad es bueno concretar desde dónde hablamos. Por ejemplo, como sistema o sector, el cultural está configurado por los equipamientos, por los trabajadores y trabajadoras, por las entidades e instituciones que, como en el resto de sectores deben pensarse en clave de sostenibilidad. Esto significa gestionar los impactos ambientales, sociales y económicos de nuestros proyectos y las condiciones de nuestros puestos de trabajo o los modelos de relación que hemos establecido con la ciutadania, por ejemplo.

Pero la cultura es también el conocimiento, la memoria y la creación contemporánea, es decir, los lenguajes con los que nos comunicamos y los relatos que construimos a través de la música, la pintura, el cine, los videojuegos, el teatro… En este sentido, la cultura tiene aquí una doble tarea en relación con la sostenibilidad: hacer accesible a todo el mundo el conocimiento y los saberes acumulados a lo largo de nuestra historia y ponerlos al servicio de la imaginación y la creatividad para dibujar nuevos escenarios posibles de futuro, es decir, de la formación y la educación en nuevas competencias y capacidades de las personas.


4. Hace poco, en una jornada en el territorio animabas a lo siguiente: “Desarrollamos la mirada crítica, planteamos los retos de la sostenibilidad, trabajamos la Agenda 2030 con niños y niñas de todas las edades de manera artística y estética, y convocamos a la comunidad a disfrutar de una forma estética que también queremos que sea ética, hablando de los retos comunitarios”. ¿Cuáles son los grandes retos de este objetivo que debemos conseguir desde la comunidad?

A menudo, cuando nos planteamos los retos de la sostenibilidad, nos asustamos ante la dimensión de la tragedia. El miedo nos paraliza y, como bien saben los activistas ambientales, nos lleva a una cierta forma de “negacionismo” que es pensar que nuestro compromiso no tendrá ningún impacto. Los lenguajes y los procesos artísticos pueden ayudarnos a desbloquear comunidades proponiéndoles una forma creativa de hacerse preguntas y buscar respuestas, en diálogo con la ciencia, pero pasando también por las emociones y el disfrute de la belleza. No es sencillo ni está exento de riesgo. La cultura y las artes, como la ciencia, pueden justificar actitudes muy contrarias a los valores éticos universales. De la misma forma que tienen el poder de crear relatos positivos lo tienen a la hora de convencer sobre actitudes nefastas. Pero bien utilizadas, las artes y los procesos de creación con las comunidades permiten sumar y conectar conocimientos y capacidades colectivas y trabajar desde esta perspectiva, en alianza es justamente lo que propone el ODS 17 como clave para todos los demás ODS.


5. Cerráis ahora, en el Museo de la Vida Rural, la exposición “Generación [RE]. ¿Continuidad o cambio?”, con un llamamiento claro a la necesidad de una nueva generación que sea protagonista de los cambios sociales que nos piden los tiempos actuales. ¿Cómo describirías esta generación [RE]?

Como dice la comisaria de la exposición, Anna Andevert, es una generación que no se define por el año de nacimiento, sino por su actitud ante la vida. Una generación a la que la suma de crisis que se van sucediendo cada vez con mayor rapidez e intensidad les ha llevado a pensar en serio cómo quieren vivir y han optado por ejemplo, por volver al pueblo como ha hecho ella. Lo que comparten como generación es la voluntad de re-definir, re-pensar, re-descubrir otras formas de hacer, formas alternativas de trabajar, de convivir o de cuidar unas de otras.

La exposición tiene una parte final que invita al visitante a explicar cuál ha sido su proceso personal o colectivo de reinvención después de la pandemia y hemos quedado impresionados del retorno que ha habido y de la suma de proyectos y propuestas que hemos recogido, desde modelos cooperativos para hacer frente a temas de vivienda, iniciativas empresariales fundamentadas en valores ecológicos, proyectos vitales ligados a la naturaleza ya los pueblos, procesos participativos políticos etc. Casi todas ellas implican una fórmula comunitaria alejada de los egoísmos e individualismos.


6. Decimos que la cultura transforma la sociedad y, seguramente, hoy es más cierto que nunca que necesitamos las artes, la cultura, para conectar con la dimensión emocional que debe ayudarnos a provocar impactos, cambios, reales. ¿Por qué es importante hoy la cultura?

Nuestra gran herramienta para cambiar las cosas es la imaginación. La realidad es tanto lo que vivimos como la forma en que lo explicamos. La especie humana tiene la gran capacidad de poner palabras, imágenes, sensaciones a las vivencias y comunicarlas para ir haciéndolas crecer. Para trabajar esta imaginación necesitamos referentes, ejemplos lo más diversos posibles, herramientas para aprender a hablar y explicarnos a través de muchos lenguajes.

Una idea compartida puede convertirse en un proyecto que sume diversas capacidades y talentos, que anime y haga sentirnos que formamos parte de una comunidad. La cultura es sobre todo este espacio de participación que a veces es una fiesta, un concierto, una lectura compartida o un aprendizaje conjunto y las artes son los lenguajes diversos con los que nos comunicamos de formas que pueden ser bonitas, provocadoras, inspiradoras, emocionantes en definitiva.

Si la cultura es comunicación y participación, es evidente que es esencial para cambiar actitudes y realidades.


7. A lo largo de toda tu trayectoria, y también ahora desde el Museo de la Vida Rural, defiendes de forma clara la importancia de incorporar los nuevos paradigmas de la sostenibilidad en el ámbito educativo. ¿Qué papel tiene – o debe tener – la educación, en este cambio social que reivindicas?

No podemos entender la educación desvinculada de la realidad. Educamos para dar herramientas que ayuden a vivir y por tanto, deberíamos estar renovando constantemente estas herramientas. La Unesco ha ido siempre liderando reflexiones sobre lo que significa educar y cómo hacerlo de acuerdo con las necesidades de cada momento. Hoy es evidente ya para todos que los modelos de vida basados en el crecimiento ilimitado y en el uso abusivo de los recursos naturales y humanos es insostenible. Educar para la sostenibilidad no será fácil porque significa educar para cambiar cosas y la educación hasta ahora, había sido justamente la gran herramienta para garantizar la continuidad del sistema, para transferir conocimientos que se consideraban relevantes para seguir viviendo como vivíamos.

Aunque en mi opinión todavía se habla mucho de currículos, los profesionales de la educación están buscando métodos y propuestas para desarrollar en las aulas, competencias y capacidades individuales y colectivas. Aprendizaje servicio, trabajo comunitario, aprendizaje basado en problemas, educación 360 son conceptos que están ahora sobre la mesa y que nos hablan de cómo educar, pero la agenda 2030 nos da lo más importante que es justamente el porqué o el para qué educar sobre todo si la vinculamos a la agenda de derechos humanos.


8. ¿Cuáles son los valores que crees que deberíamos compartir socialmente y que podemos promover desde la cultura y la educación para la sostenibilidad?

Algunos son valores que siempre hemos reivindicado en educación y cultura como el pensamiento crítico, esto tan sencillo de decir y tan difícil de trabajar bien. Otros son muy novedosos, como el de repensar nuestra posición en relación con otros seres vivos y abandonar el antropocentrismo defendiendo valores de respeto y cuidado hacia todas las personas, animales y plantas. Otros valores esenciales en educación y cultura para la sostenibilidad son el respeto a las leyes y las normas, la empatía, la solidaridad, la constancia y el esfuerzo, la implicación y la responsabilidad.


9. Finalmente, si tuvieras que ilustrar con tres palabras qué significa para ti incorporar la ética a la toma de decisiones, ¿cuáles serían?

Compromiso, honestidad, confianza.