Conexiones beethik: entrevista a Jaume Sellarès

Médico de familia, director del EAP Sardenya y vicepresidente del Colegio de Médicos de Barcelona.

1. ¿Qué te sugiere el concepto de ética de la responsabilidad radical, especialmente en el contexto de excepcionalidad en el que nos encontramos?

No soy experto, pero la idea es muy interesante: cómo gestionar empresas de conocimiento desde los valores y con una mirada hacia las personas, el entorno y la sostenibilidad.

Situaciones excepcionales como las que estamos viviendo estos días nos ponen a prueba y ayudan a valorar lo que realmente es importante.


2. Estos días es habitual encontrar declaraciones que haga desde el Colegio de Médicos y otras instancias sanitarias, pidiendo corresponsabilidad y conciencia a toda la ciudadanía para poder superar la grave emergencia provocada por el COVID-19. ¿Qué les dirías a las personas que aún no están respetando las medidas de contención?

Que hay que explicar más y mejor el sentido de las acciones a realizar. Más que regañar a los que no respetan las medidas, hay que hacer un esfuerzo de pedagogía, apelar a la solidaridad y la necesidad de compartir con el resto el convencimiento de que todos los esfuerzos, por pequeños que sean, ayudan a superar las crisis.


3. Las situaciones de emergencia como la que nos encontramos son «momentos de la verdad» en el ejercicio de los liderazgos y hay que poner el máximo cuidado en su vertiente ética para tomar las mejores decisiones en cada momento. ¿Cuáles serían las claves éticas esenciales para hacerlo bien?

La verdad, la transparencia y el compromiso sincero de los que tienen responsabilidades son, en estos momentos difíciles, necesarias para generar confianza. Sin confianza no se puede construir nada, la confianza genera solidaridad, empatía y capacidad de sacrificio, que en este momento también lo necesitamos. Pero éticamente lo primero que deberíamos esperar de los responsables, en cualquier ámbito, es que ellos y su actuación sean ejemplo para el resto.


4. Si pudiéramos pensar en los valores que deberían llevar en el ADN las futuras generaciones para poder hacer frente a las situaciones que nos encontraremos en el futuro, ¿cuáles serían?

Un gran maestro me enseñó que para ser un buen médico hay que estudiar mucho, pero por encima de todo hay que ser buena persona y esto vale para mi profesión y también para ir por la vida. Con los años he descubierto que esta manera de ser se destila en los valores del profesionalismo, la empatía, la solidaridad, la honestidad, la compasión, el altruismo, la confianza, el mantenimiento de la competencia profesional, en definitiva, ser excelentes en nuestro trabajo.


5. El EAP Sardenya (Equipo de Atención Primaria de salud), entidad que diriges, ha hecho siempre una apuesta clara, convencida y líder para integrar la ética en su gestión. ¿Por qué es necesaria esta mirada ética en las organizaciones de vuestro sector?

Los profesionales ya tenemos un Código Deontológico que es una auto-exigencia justamente para proteger y dar garantías a los ciudadanos y a la sociedad. A cambio recibimos el reconocimiento y sobre todo la capacidad de auto organizarnos, pero también es necesario un Código de Buen Gobierno para las entidades y en especial para aquellas como la nuestra que somos servicio público y que recibimos financiación de los impuestos de los ciudadanos.

Con el fin de rendir cuentas, queremos ser transparentes, y es por eso que nos hemos dotado de un Código de buen Gobierno que auditamos cada año y estamos avanzando en la estrategia de la economía del bien común.


6. Por último, en tres palabras, ¿qué significa para ti incorporar la ética en la toma de decisiones?

Tomar decisiones no es un ejercicio fácil, por eso se necesitan algunas reglas simples y al mismo tiempo muy efectivas. Si tengo que elegir tres, diría: aprender, escuchar a todos y rodearse de las mejores personas.