Conexiones beethik: entrevista a Xavier López

Xavier López GarcíaImpulsa y acompaña alianzas en empresas de economía social.

Exdirector general de Economia Social y Cooperativa de la Generalitat de Catalunya.

 

 

1. ¿Qué te sugiere el concepto de ética de la responsabilidad radical, especialmente en el contexto de excepcionalidad en el que nos encontramos?

Las empresas, en general, sufren y sufrirán mucho como consecuencia de la crisis social y económica que se deriva del Covid19. Deberán combinar, no siempre sin conflicto de intereses, la necesaria resiliencia para sobrevivir (economía de guerra) compatible con su coherencia ética. Especialmente duro será en el corto plazo, sin embargo, incluso las decisiones más duras se deben compartir y gestionar con transparencia y ejemplaridad. El tema, por ejemplo, no será despedir o no, puede que no haya alternativa. La cuestión ética quizás será cómo hacerlo.


2. En tu trayectoria profesional has ocupado cargos de responsabilidad tanto en la administración pública como en el ámbito de las organizaciones sociales. Ahora estamos viviendo una situación de emergencia sanitaria y social sin precedentes, que seguramente cambiará nuestra manera de vivir en los próximos años. Los líderes deben ponerse al frente de situaciones como esta y responder de manera responsable y ejemplar. Desde tu experiencia en los diferentes sectores, cuáles crees que son las claves para ejercer unos buenos liderazgos en esta situación?

Ciertamente con buen viento es más fácil ser un buen marinero. La trayectoria y credibilidad anterior de los líderes es determinante para que la gente pueda confiar. No obstant, en una crisis de estas características nunca nadie había navegado. Por eso hay que pedir: ejemplaridad, humildad, coherencia y deben ser y parecer auténticos. Queremos certezas y a menudo no nos las pueden dar, por ello hace falta sinceridad. Es una buena patata caliente, pero es aquí donde se ve (desgraciadamente poco a menudo) la madera de los líderes de verdad, cuando la marea baja es cuando se ve quien va desnudo.


3. Durante más de 25 años has dedicado gran parte de tu trayectoria profesional al cooperativismo y la economía social al frente de varias empresas y entidades, la última en la Fundación Oncolliga como director, como director general de Economía Social y cooperativa y Trabajo Autónomo de la Generalitat de Catalunya o impulsando el primer grupo empresarial cooperativo de Cataluña, el grupo Clade, entre otros. ¿Cuáles crees que son los valores que el cooperativismo y la economía social pueden aportar al nuevo modelo de sociedad que necesitamos?

Muy resumido diría que creo en un modelo empresarial basado en las personas y esto forma parte de los principios que inspiran a la economía social; creo que es hacia donde se tendrán que orientar las empresas del siglo XXI. Por otro lado, la dimensión social y empresarial son dos caras de la misma moneda y no las podemos tratar separadamente, esta es también una aportación de la economía social.


4. Cooperación, alianzas y diálogo. Podríamos decir que estos son los tres elementos clave que defiendes en tus declaraciones públicas para impulsar un nuevo marco de relaciones organizacionales. ¿Por qué son importantes? ¿Falta alguno?

Desde mi punto de vista las organizaciones deben moverse para un propósito (su razón de ser) y unos valores (los principios bajo los que llevan a cabo el propósito). Las organizaciones se convierten en instrumentos y herramientas para alcanzar sus objetivos. Por otra parte ya nadie tiene capacidad para hacerlo solo y hacerlo bien. Hay que aliarse con otros para lograr un mayor impacto. Esto es especialmente relevante ahora con la crisis sanitaria del COVID19. Hay una movilización de recursos extraordinaria para afrontar el colosal reto que tenemos delante y para ello necesitamos la cooperación, necesaria, del sector público, privado, social, a escala local y mundial. Ahora mismo hay miles y miles de investigadores de todo el mundo en una red colaborativa científica nunca vista para encontrar la vacuna del COVID19, esto es el futuro.


5. ¿Crees que la administración pública puede impulsar, de alguna manera, este nuevo modelo? De qué manera?

Seguro que la administración puede impulsar este modelo, y puede desarrollar programas para incentivarlo y divulgarlo (pediría, sin embargo, que lo hiciera en cooperación con los actores privados expertos y conocedores del tema).

De todos modos, no olvidemos que el modelo es de las empresas y las organizaciones. Son ellas y más concretamente las personas que las forman las que lo han de impulsar e implementar.


6. ¿Crees que la ética forma parte del modelo actual de gestión de las organizaciones? ¿Como podríamos mejorar esta dimensión en el mundo actual para construir el nuevo mundo que necesitamos?

La respuesta puede parecer un poco a la gallega, depende, en algunas organizaciones sí y en otras no. En conjunto diría que la ética en la gestión es una asignatura manifiestamente mejorable. En cuanto a cómo mejorar la situación, hay una frase que me gusta decir: no hay nadie mejor para convencer a un empresario que otro empresario.

Creo que poner en valor las experiencias exitosas y generar espacios para que se puedan debatir entre empresas (y aquí beethik tiene un papel relevante) es muy importante. Ah, y no ir solo a predicar a los foros amigos, hay que saberse introducir también en los inicialmente hostiles.


7. Por último, en tres palabras, ¿qué significa para ti incorporar la ética en la toma de decisiones?

Un buen amigo y gran directivo siempre me decía: cuando tengas un conflicto de intereses vas a los valores, podríamos decir a la ética, también por extensión.