Conexiones beethik: entrevista a Pablo Sánchez

Pablo SánchezDirector ejecutivo de B Lab Spain, organización que se encarga del desarrollo y promoción del movimiento B Corp en España.

1. ¿Qué te sugiere el concepto de ética de la responsabilidad radical?

Adjetivar la responsabilidad me sugiere que algo hemos hecho mal porque parece que el término responsabilidad ya no es suficiente. Ciertamente, pienso que la interpretación de la responsabilidad empresarial como un mecanismo de compliance y acción social ha sido poco afortunada porque no ha generado un cambio sustancial de la actividad empresarial. Si la responsabilidad radical implica integrar el impacto social como elemento fundamental y transversal al conjunto y estrategia de la compañía, bienvenido sea.


2. En tu trabajo te dedicas a conseguir que la sociedad vuelva a confiar en las empresas como agentes de cambio e impacto positivo, como generadoras de justicia social y de beneficios para el conjunto de la sociedad. ¿Tiene la ética algo que ver en este propósito?

En mi opinión, el comportamiento ético nos plantea la relación entre el yo con el nosotros. ¿Qué implicación tiene mi actuación? ¿A quién beneficia? ¿A quién perjudica? Muchas veces tomamos decisiones por interés individual sin tener en cuenta qué implicaciones tiene para nuestro entorno. Ahí no hay ética. Las empresas que actúan como agentes de cambio e impacto positivo no sólo incorporan la ética en su proceso de toma decisiones, sino que articulan su propia esencia alrededor de su propósito. En otras palabras, este tipo de empresa fracasa y no se entiende si no es capaz de crear un impacto social positivo específico.


3. En ocasiones te hemos oído decir que hay que actuar sobre los “genes” para construir una nueva manera de hacer empresas. Pero esto no se consigue solo con declaraciones grandilocuentes o colgando unos preciosos valores en la pared. ¿Cómo se hace? ¿Cuáles son las principales palancas de ese cambio [radical] que promueves?

Se logra desde la cultura organizativa, un intangible que define a las organizaciones humanas y que determina nuestros valores y comportamientos. Además, considero que B Corp ofrece varias palancas para lograr ese cambio: una gestión de triple impacto rigurosa, en la que los resultados sociales y ambientales estén al mismo nivel que los resultados económicos; transparencia radical para generar confianza interna y externa; adoptar mecanismos legales para atender los intereses de trabajadores, clientes, proveedores y la comunidad local; y tener un propósito que transcienda la dimensión económica de la empresa.


4. Una cosa interesante que estás impulsando es una nueva forma jurídica para las empresas, como son las Sociedades de Capital de Interés General. ¿En qué consiste esta propuesta y qué impacto puede tener? ¿Qué transformaciones requiere y con qué obstáculos os encontráis?

Recientemente, el manifiesto de Davos 2020 y la Business Round Table han realizado declaraciones afirmando que el fin de la empresa ya no puede ser generar valor únicamente para los accionistas, sino que debe también generar valor para el conjunto de la sociedad. Está muy bien, pero ¿cómo pasamos de declaraciones a hechos? Adoptando una forma societaria que oriente legalmente la gestión de los directivos hacia la creación de valor social. Esto es lo que se propone con las Sociedades de Capital de Interés General. Así, la empresa blinda su misión social y los directivos deben rendir cuentas de sus resultados económicos, sociales y ambientales.


5. Para que una empresa se pueda acreditar como B Corp tiene que obtener una certificación. Pero hasta la fecha, la experiencia nos demuestra que disponer de certificaciones y liderar los rankings más prestigiosos en sostenibilidad o reputación, no está siendo una garantía de cambio real. ¿Por qué no debería pasar lo mismo con la certificación B Corp?

Totalmente cierto. De hecho, nosotros cuando hablamos de B Corp no hablamos tanto de una certificación, sino de una identidad empresarial. Creemos que B Corp ofrece instrumentos de gestión e instrumentos de gobernanza que cambian la identidad de la empresa y la orientan a reconciliar el interés individual con el colectivo. Precisamente, requerimos a las empresas que introduzcan este compromiso en sus estatutos sociales, orientando así la gestión de las empresas en esta dirección. Por supuesto, siempre hay riesgos, pero B Corp ayuda a impregnar esta cultura en la empresa.


6. Y todos nosotros como ciudadanos, ¿Qué tenemos que cambiar para contribuir a este cambio que necesitamos para poder vivir y convivir mejor juntos?

Actuando a través de los mecanismos que nos concede el propio mercado. Apliquemos también la ética en nuestras decisiones y pensemos en las implicaciones que tienen nuestras decisiones de compra, ahorro, inversión, elección de la empresa en la que queremos trabajar, etc. Para esto necesitamos sistemas de información creíbles que nos generen confianza y nos faciliten esa toma de decisiones. Eso es lo que intentamos hacer con el distintivo de B Corp.


7. Por último, en tres palabras, ¿qué significa para ti incorporar la ética en la toma de decisiones?

Ser muy conscientes en cada momento de todas las implicaciones que tiene cada decisión. Bien aplicada, la ética puede servir para hallar soluciones consensuadas y beneficiosas para todas las partes.