Conexiones beethik: entrevista a Maria Prandi

Fundadora y directora ejecutiva de Business and Human Rights (BHR), vicepresidenta de la Fundación Prandi, cofundadora de Peacestartup Foundation y también cofundadora de Woman’sBack®.


1. ¿Qué te sugiere el concepto de ética de la responsabilidad radical?

Pues que el término «radical» es un concepto mal visto porque con él se hace referencia a actitudes y posicionamientos poco razonables y, a menudo, desproporcionados. Sin embargo, es necesario ser radical en algunas cosas. La crisis del planeta actual necesitaría de medidas más «radicales» para afrontar una situación de máxima urgencia, y no estoy hablando solo de la crisis climática, sino de otros retos como la presencia masiva de plásticos en los océanos o la pérdida de biodiversidad a nivel global.


2. Existe un pensamiento extendido de que “esto de los derechos humanos” es algo que solo aplica a grandes empresas multinacionales que operan en países en vías de desarrollo y que, además, lo hacen por una cuestión cosmética. ¿Qué nos puede aportar tu experiencia en este sentido?

Esta es una falsa creencia. Cualquier tipo de empresa, grande o pequeña, multinacional o local, puede estar teniendo impactos negativos en los derechos humanos de sus empleados/as o en su cadena de suministro sin aún saberlo. Si nuestra PYME compra a un distribuidor en España que a su vez compra sus productos o materias primas en países poco respetuosos con los derechos humanos, estaremos asumiendo un riesgo muy alto de contribuir a abusos en los derechos humanos. También es falso pensar que las certificaciones o las auditorías sociales están bien hechas y nos «libran» de responsabilidades. Se está viendo actualmente que estas no detectan los casos de trabajo forzoso, a menudo ocultos y estos casos serían, además, de extrema gravedad. Por lo tanto, todas las empresas tienen responsabilidades en términos de derechos humanos y pensar que las cosas se están haciendo bien per se no es ninguna garantía. ¡Hay que mirar qué impactos podríamos estar teniendo!

También es falso pensar que en Europa no se dan estos impactos negativos porque contamos con leyes más robustas. Nos tiene que quedar claro que cumplir la ley no es suficiente para respetar los derechos de nuestros/as empleados/as, clientes o de las personas en nuestro entorno operativo. Así, discriminar a una persona por pertenecer al colectivo LGTBI+ no es aceptable, ¡aún cuando no haya ninguna ley que nos lo impida!


3. ¿Puedes ponernos tres ejemplos de tres riesgos de vulneración de los derechos humanos que nos aplican, o nos pueden aplicar en los próximos años, en general, a las empresas en nuestro entorno?

Hay muchos ejemplos de vulneración de derechos humanos por parte de las empresas y, además, hay riesgos comunes a cada sector. El textil sufre de bajos salarios y pésimas condiciones laborales en su cadena de suministro mientras que las renovables están repitiendo errores que se dieron en otros sectores como el minero cuando no realizan consultas a las comunidades indígenas.

En relación con nuestros empleados, podríamos estar ocultando o invisibilizando casos de acoso laboral o sexual, aplicando sesgos discriminatorios en nuestras prácticas de contratación o promoción, o mermando la capacidad de reunión y asociación al intimidar a nuestros/as empleados/as de manera sutil.

En relación con nuestros clientes, podríamos estar ocultando temas de seguridad de nuestros productos o servicios con impactos en su derecho a la salud o a la privacidad, o solicitando datos privados que no son necesarios para nuestra gestión de clientes o almacenando estos datos de manera poco segura.

En relación con nuestra cadena de suministro, podríamos estar propiciando salarios bajos al negociar precios de compra lo más reducidos posibles, o horas extras no pagadas si cambiamos los plazos de entrega de los pedidos o contaminando las aguas alrededor de las fábricas si no exigimos medidas de prevención de tratamiento de residuos tóxicos.


4. Ya llevamos casi dos años de pandemia y las decisiones que se están tomando para su gestión en nuestro entorno están evolucionando día a día. ¿Están teniendo algún impacto en los derechos humanos?

El impacto más importante de la pandemia se ha visto en las cadenas de suministro globales. En un primer momento, vimos cómo se cancelaban pedidos y no se pagaba a los trabajadores o se les despedía sin más y, más tarde, hemos visto a estas mismas personas trabajar sin las medidas más básicas de seguridad o trabajando a pesar de estar enfermas por no tener bajas remuneradas. Tenemos que tener en cuenta que la mayoría de trabajadores en el mundo no tiene baja por enfermedad o acceso a asistencia médica por los salarios tan bajos que cobran. Por lo tanto, la pandemia ha mostrado la cara más cruda de unas condiciones de vida casi inhumanas en nuestras cadenas de suministro.


5. Hace más de 70 años que fue proclamada la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Van cambiando los tiempos y ahora se habla de los derechos humanos de cuarta generación, relacionados fundamentalmente con el impacto de las nuevas tecnologías y la sociedad digital. ¿Cuáles son los principales riesgos que tenemos que considerar a este nivel?

Los beneficios del uso de nuevas tecnologías pueden ser muchos. Ahora bien, también entrañan riesgos con relación a los derechos humanos debido a la recolección y uso de los datos que se generan. Se ha hablado mucho de los impactos que tienen las tecnologías de monitoreo  en el trabajo o de reconocimiento facial pero un impacto más oculto tiene que ver con lo que se ha llamado la «economía de la atención». Actualmente, los nuevos servicios tecnológicos en las redes sociales compiten por nuestra atención, por mantenerla el máximo tiempo posible y ya han salido a la luz cómo esto se consigue mediante técnicas de neuro-ciencia aplicadas a modelos de negocio. Si analizamos a donde nos lleva esta búsqueda de atención, encontramos finalmente el derecho a la libertad de pensamiento, pilar básico de nuestra integridad como personas.


6. John Ruggie nos dejó en septiembre del pasado año. ¿Qué ha significado y qué impacto ha tenido su trabajo en el ámbito empresarial con relación a los derechos humanos?

John Ruggie ha marcado y marcará la agenda de derechos humanos, no solo por cómo sorteó las dificultades que todo proceso de este tipo genera en el sistema de Naciones Unidas, sino también por cómo fue disruptivo en el planteamiento estratégico y práctico de los Principios Rectores.


7. Vuestro trabajo en Business and Human Rights tiene mucho que ver con la perspectiva ética de las empresas. Recientemente, beethik en colaboración con Dirse hemos elaborado un estudio sobre “el estado de gestión ética de nuestras organizaciones” y la conclusión más importante que se desprende es el reto que tenemos para “reducir la brecha entre [lo que decimos] en nuestras declaraciones institucionales y [lo que hacemos] en el día a día”. ¿Tiene esto alguna similitud con el ámbito de los derechos humanos?

Sí, pero esto es algo que poco a poco va a dejar de ser posible. En nuestro trabajo de más de veinte años con empresas de todos los sectores y tamaños, hemos podido ver cómo ha evolucionado este tema y, ahora, debido a las preguntas cada vez más concretas en derechos humanos de los inversores y a la futura directiva europea sobre debida diligencia en derechos humanos y medio ambiente veremos cómo esta brecha se irá cerrando. No paramos de implementar con nuestros clientes procesos de debida diligencia en derechos humanos para evitar riesgos sociales, financieros y legales importantes. Muchos lo están consiguiendo y han pasado a ocupar las primeras posiciones en rankings internacionales de su sector. ¡Si quieres evitarte problemas, integra un proceso de debida diligencia en derechos humanos lo antes posible!


8. Por último, en tres palabras, ¿qué significa para ti incorporar la ética en la toma de decisiones?

Incorporar la ética significa aprender a hacernos otro tipo de preguntas y, aunque no tengamos respuesta para ellas ahora, empezar a reflexionar sobre qué tipo de respuestas nos gustaría encontrar que aporten valor a las personas.