Conexiones beethik: entrevista a Dulcinea Meijide

Dulcinea MeijideDirectora de Desarrollo Sostenible de Suez Spain y delegada de DIRSE en Cataluña.

 

 

 


 

1. ¿Qué te sugiere el concepto de ética de la responsabilidad radical, especialmente en estos momentos tan inciertos que estamos viviendo?

El conjunto de principios que garantizan que no se vulneran los derechos de cualquier actor o grupo de relación que interactúa con nosotros. Considerando incluso el entorno natural.


2. ¿Cuál es el propósito que guía tu trabajo cotidiano como responsable de impulsar el desarrollo sostenible de una empresa dedicada a la gestión de un recurso tan básico como es el agua?

Contribuir, mediante mi trabajo, a la preservación del recurso y al bienestar de las personas. Evidentemente el entorno natural es un eje imprescindible en nuestra actividad, el agua proviene del medio natural y vuelve al medio, por lo tanto, considerar este entorno es uno de los pilares de nuestro trabajo.

Por otra parte, el vínculo que el agua tiene con las personas, en su salud, en su desarrollo y en el desarrollo local de la comunidad, también supone un vector imprescindible en nuestro día a día.


3. En Suez decís que «la ética siempre ha sido el eje esencial de la eficacia y la competitividad. Los valores éticos son la piedra angular de nuestra misión: salvaguardar los recursos». Pero los valores toman sentido en el momento en que entran a formar parte del día a día de las organizaciones y, por tanto, están muy vinculados a los entornos concretos. ¿Cómo se encuentra el equilibrio para aplicar los mismos valores en una compañía multinacional presente en lugares con culturas diversas?

La diversidad cultural que proporciona operar en diferentes países es un valor para la compañía. Atender a las diferentes necesidades culturales, tradiciones o creencias supone un reto y a la vez una oportunidad.

Los cuatro principios fundamentales de nuestro código ético son la exigencia, el compromiso, la audacia y la colaboración. Todos ellos comunes a todas las geografías y comunes a toda la plantilla, así como los principios rectores de los Derechos Humanos.

Cada geografía desarrolla localmente su propio marco de gobernanza que vela por el cumplimiento de estos principios teniendo en consideración las diferencias culturales, y ajustando la implementación de los proyectos a las necesidades y contexto local.


4. Estamos viviendo una situación que ha puesto de manifiesto nuestra vulnerabilidad, pero al mismo tiempo estamos tomando conciencia (o eso esperamos) sobre los efectos que puede tener otro evento global como es el cambio climático. Desde nuestro consumo de agua como ciudadanos y ciudadanas, ¿cómo podemos contribuir a reducir el impacto negativo en este cambio climático?

Haciendo un uso responsable del agua. Los efectos del cambio climático tienen un efecto directo sobre el agua, tanto en la cantidad como en la calidad. Por lo tanto, todas aquellas actuaciones que podamos hacer para mitigar estos efectos tendrán un impacto positivo sobre el recurso.

Algunos ejemplos relativos al agua:

  • Cerrar el grifo cuando no utilizamos el agua.
  • Cada minuto de ducha son 10l de agua, una canción de 4 minutos puede ser una buena referencia para limitar el tiempo de la ducha.
  • No desperdiciar alimentos: se necesita agua para conseguir estos alimentos.
  • No tirar toallitas al inodoro, recordemos que el agua continúa el ciclo después de utilizarla y debe llegar al medio natural en buenas condiciones.

5. Han pasado más de 5 años desde la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. ¿Crees que se han logrado avances significativos? ¿Cuáles crees que son los grandes retos que aún tenemos por delante?

Creo que, aparte de la pandemia, es la primera vez que tenemos una hoja de ruta común los diferentes actores de la sociedad: los gobiernos, la ciudadanía, las empresas, el tercer sector … Y bajo mi opinión, esto es un gran logro de estos Objetivos.

De todos modos, tal y como ha marcado la ONU, empezamos la década de la ambición para poder materializar los cambios necesarios. Tenemos la suerte de poder formar parte de las generaciones que puedan lograr la erradicación de la pobreza o la mitigación de los efectos el cambio climático, pero este sentido de urgencia debe acompañar nuestras actuaciones.

Como grandes retos, y debido también a la pandemia, la reconstrucción económica es un gran reto al que debemos hacer frente, pero también esta transición ecológica y justa que garantice la salud planetaria y el no dejar a nadie atrás en esta recuperación.


6. En 2013 se creó Dirse, una asociación de hombres y mujeres profesionales que asumen la función de impulsar la responsabilidad social en las organizaciones. En un estudio reciente sobre la función se dice que «se observa una creciente profesionalización pero que no evoluciona a la velocidad que nos gustaría hacia estadios más estratégicos». En tu opinión, ¿cuáles son los focos sobre los que habría que actuar para incrementar su capacidad de influencia?

La responsabilidad social también está viviendo un periodo de transformación; pasamos de una etapa más voluntarista y asociada a veces a una actividad filantrópica, a un sistema con un marco legislativo exigente y ambicioso. La ambición en la UE pasa por una recuperación ecológica, digital y justa, esta vertiente ambiental y social comienza a ser cada vez más significativa en la actividad empresarial, por lo tanto, la figura del dirse en las compañías puede convertirse en un actor relevante durante este período de transformación.


7. Tenemos la impresión de que cuesta mucho introducir la perspectiva ética en el ámbito empresarial y que a veces se supedita la ética a la cosmética. Si compartes esta valoración, ¿por qué crees que cuesta tanto que las empresas apuesten por la gestión ética? Si tu valoración es otra, ¿qué puede estar pasando para que no se transmita esta apuesta?

En junio de 2020 asistí a un diálogo online, impulsado por beethik y en el que colaboraban Dirse y Factor Humà, donde se reflexionaba sobre la siguiente cuestión: ¿Pueden sobrevivir las empresas que no apuestan por una gestión ética en la nueva realidad?

La consideración de las necesidades de los grupos de relación, el contexto socioeconómico, la percepción de la ciudadanía, son temas, bajo mi criterio, materiales para las compañías. Y la ética deja de ser únicamente un documento y pasa a ser un valor. Según una encuesta de 2018 de la Universidad de Bentley, el 86% de los millennials consideraban una prioridad trabajar en una empresa con una conducta ética y responsable.

Y si miramos la evolución de los bonus verdes y sociales vemos que en los últimos años han tenido un crecimiento exponencial. Por lo tanto, queda camino por recorrer, pero no empezamos desde cero.


8. A nosotros nos gusta decir que una organización marca su rumbo en función de cómo concibe el ejercicio del liderazgo. ¿Crees que para avanzar hacia un desarrollo sostenible necesitamos nuevas competencias de liderazgo? ¿Cuáles?

El desarrollo sostenible es una materia muy transversal y que interactúa con todas las áreas de la compañía. Así que adicionalmente a los conocimientos técnicos que requiere la materia son necesarias habilidades sociales que permitan un liderazgo colaborativo. Pero no creo que sean exclusivas del desarrollo sostenible, creo que forman parte del nuevo contexto.


9. Por último, en tres palabras, ¿qué significa para ti incorporar la ética en la toma de decisiones?

Aportar seguridad, garantía y valor a las decisiones.